lunes, 3 de noviembre de 2008

PRESIDENCIALITITIS CRÓNICA

LLEGÓ LA PRESIDENCIALITITIS…

En las elecciones municipales la Concertación perdió, el que quiera creer lo contrario puede esperar con tranquilidad para ver a Piñera colocarse la banda presidencial. Una vez más la fuerza de la voz de los sin voz, remece los cimientos de los partidos políticos.

Se terminó un ciclo histórico, Chile ya se despidió de la concertación de los noventa, le dio las gracias y la envió sin traumas a los cuarteles de invierno. Nuestros logros son claros, disminuimos a la mitad la pobreza, bajamos el desempleo, generamos crecimiento, estabilidad, paz social, desarrollo en infraestructura y mejoramos sustancialmente la calidad de la educación y de la salud pública. Ya se murió el tirano y obtuvimos en materia de Derechos Humanos más que lo el ex Presidente Aylwin definió como “en la medida de lo posible”. Conciudadanos abramos los ojos la transición ha muerto.

Por ende, podemos sentirnos orgullosos pero no conformes, nuestro desafío es repartir de mejor forma los frutos del crecimiento, para ello debemos redistribuir el poder, las oportunidades y sobre todo los ingresos. Debemos pasar de un modelo parcialmente representativo a uno sustancialmente participativo. Aumentar la transparencia, probidad y eficacia de nuestras políticas públicas.

Actualmente existe una nueva enfermedad, se llama “presidencialititis” y al parecer estamos todos contagiados. Perdonen la pubertad política, pero creo que deberíamos dedicarnos a construir un programa de gobierno que esté centrado en la resolución y mejoramiento de la calidad de vida de las personas. Teniendo como objetivo final la implementación de un modelo de gobierno social demócrata de izquierda antes que ir a buscar a los salvadores de una debacle mayor.

Si la concertación sigue así, se parecerá más un muerto viviente con cara de ánima que se pasea sin complejos por la vida real, que a un conglomerado con vocación de transformación social, política y económica.

Tenemos el tiempo suficiente para realizar una catarsis constructiva, la concertación está compuesta no solo por los padres de la transición, aquí convivimos sus hijos, nietos y hasta bisnietos, entonces no podemos cerrarnos a incluir el derecho a ser diferentes, la voz innovadora y rupturista de un nuevo código social debe fortalecer nuestra posición política.

En esta construcción de una nueva propuesta, debemos invitar a figuras relevantes del desarrollo integral de la humanidad, hemos abandonado el aporte de los faros de la esperanza, artistas, filósofos, pensadores y deportistas son mirados en menos por la versión moderna de nuestro “polit-buro” no podemos olvidar que el destino del hombre se sitúa en sí mismo y no en un puñado de seudos iluminados.

Atrevámonos a compartir el poder, a redistribuir las riquezas, a expandir las oportunidades y a consolidar un modelo de desarrollo claro, pragmático y que coloque en el centro de su accionar las necesidades concretas de las personas. Si somos capaces de re encantar a los chilenos con una propuesta de gobierno inclusiva, mayoritaria y profundamente cercana, la carrera presidencial estará más que ganada…

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Patricio