miércoles, 8 de junio de 2011

Primer Plano la cultura de la basura

Víboras, alacranes, zánganos y maricones

Hace una semana el Concejal UDI de Estación Central fue detenido por Carabineros por un caso de violencia intra familiar. Habría golpeado a la madre de su hijo de un año, dejándola con lesiones en los brazos, piernas, cuello y cabeza. El parte y la posterior constatación de lesiones, dicen que la joven madre sufrió éstas lesiones por intentar defenderse. Me la imagino ovillada cubriéndose la cabeza para no recibir más golpes. De otra manera no me explico el lugar y las características de las lesiones.

La autoridad edilicia y futuro candidato a alcalde por la comuna de Maipú, un “modelo” de concejal, desmintió por las pantallas de farandulandia las supuestas agresiones. Sus compañeros de partido el alcalde Pablo y la diputada Mónica Zalaquet, el diputado Gustavo Hasbún y el alcalde Rodrigo Delgado, lo defendieron esgrimiendo que lo que sucede en la vida privada del modelo, no tiene nada que ver con su desempeño como autoridad pública. Según ellos, todo estaría justificado, porque su pareja es celopata, loca y que sufre de inseguridad, la modelo de 25 años y madre de un pequeño de un año ha sido atacada sin defensa por todo el espectro cercano al concejal UDI.

En el programa primer plano, la cuna de la felonía, espejo de nuestra peor asquerosidad pública, en dónde arpías, gusanos, reptiles, cucacarachas, bazofias, ratas, meretrices y “maricones” se lucieron con sus mejores argumentos para defender al concejal. Hicieron gala de sus influencias para defender, relativizar y especular sobre los datos con el fin transformar la realidad y construir así un manto de duda sobre un hecho grave. La acusación de una mujer por maltrato en contra de un hombre. Nada justifica la agresión de un Adán sobre una Eva, la mujer es sagrada, de ella venimos todos y tocarla significa ponerse al nivel de un caído del cielo.

Lamentablemente nunca sabremos la verdad, ya que la Ley de violencia intrafamiliar permite salidas alternativas, como terapias de pareja y otras excusas para no seguir investigando, situación muy cómoda para un hombre público que es capaz de hacer cualquier cosa por cuidar su imagen. Lógicamente el varón, no se atrevió a que la justicia llegará hasta el final y aceptó la solicitud absurda de la víctima de pedir una terapia de pareja. Aunque en la literatura está lleno de casos de síndromes de Estocolmo que podrían explicarnos su actuar.

Dentro de los panelistas del programa, ícono de la cultura de la basura, existen dos conductores que tuvieron actitudes muy criticables y por lo menos, para mí, repudiables. El primero un conocido fotógrafo que participó en una buena campaña gubernamental para frenar las agresiones contra mujeres, usando positivamente su condición de homosexual para generar un quiebre publicitario para decir que “maricón es el que le pega a una mujer”. Pues bien en el programa se lució dando detalles de cómo la víctima, Yianina Halabi, había gritoneado a su pareja en un gimnasio causando un fuerte bochorno entre la gente que asiste al lugar. ¿Qué quisiste decir con eso?, ¿Que la mujer, que supuestamente, grita a su pareja en público se merece un par de combos y patadas?.

La conductora principal, de profesión actriz, con lo que la exculpo de no saber nada de ética periodística, que funciona como la reina de corazones del cuento de Lewis Caroll, gritando a medio mundo para que le corten la cabeza, que ha destrozado a cuanto iluso se mete en sus fauces, ahora fue ecuánime, centrada, “objetiva” y sobre todo sensata para cuidar a su supuesto ex pinche. Información que obtuve de los mismos programas de farándula.

Durante casi dos horas de programa nunca se entregaron los teléfonos del SERNAM, de carabineros o se habló sobre las cifras de mujeres asesinadas, golpeadas y vejadas por sus parejas, lo más peligroso de todo esto, es que el mensaje es que para los poderosos siempre existirá un ramillete de salameros y groupies dispuestos a cuidarles su imagen a costa de tapar situaciones gravísimas que nos podemos permitir a nadie. Si algún día llegará a mis manos una denuncia en contra de una autoridad socialista, ppd, dc o del pro, sería igual de duro con él, que lo que estoy siendo hoy con el Concejal de la UDI.

Para la conductora del programa le recomiendo que lea la entrevista que hace un tiempo atrás hicimos en este periódico a la cantante y actriz Amaya Forch que nos contó de los costos que trajo para su vida el haber jugado el rol de la mala de la película durante años en televisión. Quizás sea el momento de aprender y transformar la oscuridad y brutalidad de la verborrea de los programas de farándula en actos más compasivos y educativos que nutran a la sociedad chilena.

miércoles, 1 de junio de 2011

Periodistas realistas


Periodistas Realistas o Periodistas Prístinos

Por estos días algunos Periodistas se han querido subir al olimpo informativo. Miran desde el cielo como, nosotros los indignos, maltratamos la objetividad, la investigación científica y la ecuanimidad informativa. Somos malvados, todo aquel que haya tenido, según ellos, la mala suerte de trabajar como comunicador estratégico debe ser quemado en la hoguera de los “súper” periodistas… siempre prístinos y objetivos.

Hace unos días Mónica González de CIPER Chile me dejó hablando sólo en un foro universitario, porque tuve la ocurrencia de cuestionar a su sitio de investigación periodística, (el único cuasi medio de comunicación creado para periodistas y no para el público de masas) , lo que, según mi diabólica mirada, fue ofender al buque insignia del periodismo “crítico”, “científico” e “independiente”.

Al mismo tiempo Miguelito Paz del Mostrador hacía lo suyo, pregonando al cielo que él no hablaba con “Relacionadores Públicos” y menos con periodistas que se expresaban como políticos. Con lo que, me imagino, pretendía ofenderme. No me quedó otra que decirle que tenía muy mala memoria y que por último en mi medio yo decidía que publicidad aceptaba o no y que no tenía que aceptar, por ejemplo; una publicación de Hidroaysen para que me putearan como a ellos. Parece que eso lo molesto.

La escena fue divertida, por lo menos para mi, rápidamente fui borrado del listado de periodistas “independientes”. Desde ese día es que no puedo dormir. Las palabras de mis gurús, colegas y maestros de periodismo me tienen con pesadillas. ¿Me habrán regalado mi título profesional? A lo mejor iba pasando por una feria y me tiraron un cartón que decía “experto en interpretar la realidad y contar historias” léase Periodista.

A lo mejor escribo esto de puro envidioso, porque no tengo la suerte de tener un súper empresario que financie mi trabajo periodístico como doña González. Labor que podría ser calificada como de recopilación de datos de inteligencia al servicio de un todo poderoso ciudadano Kane chileno. Nuevamente me ganaré el insulto de los puritanos del periodismo. Miguel Paz también me da envidia, porque a final de mes recibe un cheque de sus patrones y puede escribir y reportear sobre todos los temas con licencia absoluta para fiscalizar. Mientras yo debo trabajar mucho para pagar sueldos, arriendo, imprimir cincuenta mil periódicos y si alcanza armarme un sueldo.

Lo mío es distinto, porque yo vivo en una trinchera, rodeado de realidad y dramatismo. Luego de ser despedido de mi cargo como Director de Comunicaciones de la Asociación Chilena de Municipios por un alcalde DC en represalia por haber fundado la campaña de Marco Enríquez Ominami, me dediqué a escribir columnas de opinión para La Nación Domingo hasta que ganó la derecha y me echó por puntudo. Y fue así como sin ni uno en los bolsillos, pedí un préstamo y fundé Panoramas News. Un medio 100% dependiente de sus dueños, (de mi socio y de mí). ¿Que ofensa contra el periodismo eso de decir que somos un medio dependiente? Además hoy he vuelto a pecar y he regresado a desempeñarme como consultor de temas estratégicos y corporativos. Otra ofensa para los prístinos.

Trabajo mano a mano con el Departamento de Derechos Humanos de la CUT, es así como me ha tocado estar hasta las 4 o 5 de la mañana metido en una comisaría reporteando sobre los detenidos y lesionados de las protestas, me he ganado combos de carabineros y piedrazas de protestantes. Curiosamente nunca, en ninguna de esas jornadas, me he topado con Paz o González. Usted puede preguntarse con justa razón que hace el director de un medio de panoramas y entretención en protestas y marchas, denunciando el abuso policial y el vandalismo delictual de las minorías más enajenadas. Es que la verdad, y sin mentir, es que me creo periodista. Twiteo, filmo y saco fotos y nunca se me ocurriría mandar al matadero a alguno de los periodistas que trabajan para mi. Prefiero ir yo y exponer mi salud antes que la de ellos.

También asesoro a políticos, profesores de artes marciales, maestros espirituales y a grandes grupos económicos. Pero lo hago de frente y siempre dando la cara. Por motivos más filantrópicos y solidarios de los que usted cree. No me escondo. Ni tengo porque hacerlo.

Mi colega Miguel Paz almorzó hace un mes con unos de mis clientes para pedir dinero para generar un nuevo medio de comunicación. Pero ojo, yo soy el vendido y no él. Yo el relacionador público y no él. Como si ser Relacionador Público fuese una ofensa en si misma. También voy gratis a un programa de conversación en la Radio Usach y cuando me queda tiempo le doy más de algún consejo a jóvenes líderes. Pues bien, mi punto es más pequeño, quiero asumirme como lo que soy, un “Periodista realista, subjetivo y ecuánime” que no cree en dogmas ni en teorías añejas. Como ser humano tengo contradicciones, puntos de vista, molestias y ambigüedades. No se decepcione también tengo sueños y algo de ideales me quedan. Pero lamentablemente no puedo pontificar como ellos. Porque simplemente soy más pinta monos, valiente y comprometido con mi solitaria causa. La de destruir todo lo que usted conoce como periodismo científico, independiente y objetivo, que no es más que otra forma que decir que uno es un funcionario del poder dominante, que nos ha puesto a elegir entre dos opciones, ¿apocalípticos o integrados?, pues bien, cuando tengo ganas soy integrado-disgregado y cuando no, compulsivo-apocalíptico. ¿Y a usted le importa eso? Pase y oféndame y que el periodista que este libre de pecado… que me tire la primera crítica.

Patricio