LO ESTAMOS PASANDO MUY BIEN

Lo estamos pasando muy bien, Publicado en el Periodista

“Nada es caro si se trata de nuestra felicidad”, “Todos tenemos un trabajo digno y bien pagado, aquí no roba nadie ni hay por que robar” Los Prisioneros.

Después de veinte años y justo cuándo casi todas las fuerza progresistas abogaban por un cambio estructural en nuestro modelo económico y político. Perdimos el poder. Decir que nos ganaron sería mucho.

En casi treinta días de gobierno vemos los frutos de lo que sembramos. Un país injusto, con mala distribución del ingreso, en dónde los ricos son más ricos y el apellido sigue siendo la mejor llave para tener una vida cómoda.

Nada se cuestiona y todo parece funcionar bien, pero por debajo de las líneas editoriales de la zalamería informativa, la pobreza, la delincuencia, la corrupción y los conflictos de interés crecen.

El actual gobierno es deficiente, desprolijo, lento, capcioso e improvisado. Por cada uno de los errores de su gestión, un gobierno concertacionista hubiese sido puesto en tela de juicio por la prensa hegemónica, siempre rastrera de los poderosos. Por un computador de palo tendríamos a lo menos una fuerte interpelación contra un Ministro. Lo que antes era grave hoy es anecdótico. Una vez más la derecha es salvada por el poderoso Cuarto Poder.

Da rabia e impotencia ver como la indolencia es la nueva religión. Mientras la izquierda se desgasta en absurdas peleas por las directivas de partidos y los ex candidatos presidenciales corren para defender a sus cuestionados jefes de campaña, el pueblo queda indefenso. En Dichato los gritos de los pobladores se disipan por que nadie los toma en cuenta.

Ya no es noticia el conflicto de intereses de las nuevas autoridades de gobierno ligados al rubro de la construcción que mantiene conflictos con sus clientes por las malas construcciones. Nunca más supimos de quién o quiénes pagaron, respondieron o dieron la cara por los edificios que por negligencias colapsaron.

El Presidente varias veces no ha cumplido con su palabra, vendió Lan cuándo quiso y no cuándo se había comprometido. Todavía sigue impávido con Chilevisión y Colo Colo y para desgracia de nuestra memoria nombró a personajes ligados con el régimen del Dictador rastrero.

Pero todo eso no importa, por que al final del día lo seguimos pasando muy bien… salvo para los que todavía siguen pateando piedras.