la voz hegemónica

LA PRENSA: LA VOZ DE LA HEGEMONÍA publicado en ORBE

Cito al libro “El Derecho de la Información en Chile” de Pedro Anguita Ramírez.

“Con respecto a la propiedad de los medios escritos, se distinguen con claridad dos consorcios privados que mantienen una posición hegemónica, conformando un mercado con ciertas tendencias al establecimiento de oligopolios”

Esta situación es muy parecida en la Televisión y la Radio, aunque en Internet vemos una mayor diversidad de miradas, el impacto que estos medios tienen, es irrelevante comparado con los otros canales informativos.

Antes que asumiera Sebastián Piñera se hablaba de varios proyectos de oposición que estaban en carpeta. Circularon nombres y posibles financistas. No obstante, creo que nadie tiene la intención seria de fundar nuevos medios por lo menos durante este año.

Si sumamos los siguientes eslabones podemos construirnos una visión de lo que está sucediendo. Un influyente socialista fue respaldado como candidato a la Secretaría General de la OEA por parte del gobierno de la derecha, desde ese momento una parte de la oposición se desactivó. Miles de funcionarios públicos de la Concertación fueron mantenidos en sus puestos de trabajo, fuentes no oficiales del nuevo gobierno dicen que existe un acuerdo para no despedir a nadie durante por lo menos seis meses. Las renuncias han sido casi inexistentes. Incluso muchos antiguos jefes se pasaron a las plantas profesionales para asegurar sus trabajos.

El Partido Socialista y el PPD tienen pronto elecciones internas, que hacen que los esfuerzos estén centrados en competir y no en construir una oposición fuerte e inteligente.
En el caso del PS se eligió a una mesa de consenso, pensando en que esta se preocuparía por el desarrollo y reconstrucción partidaria, pero el cambio de opinión de Rossi (falta de coherencia con la palabra empeñada) está llevando al socialismo a un proceso de descomposición interna.

Con todo, al parecer por lo menos este año no tendremos un proyecto informativo serio, contundente y con solvencia económica que pueda realizar un periodismo más ecuánime que la voz hegemónica que transmiten los medios tradicionales, que no hacen más que amoldar nuestras cabezas al sonido del conservadurismo valórico y del neo liberalismo económico.

Y como no existe una prensa alternativa, ecuánime y pluralista, nunca sabremos si la paz armada fue negociada o impuesta por el reinado concertacionista.